Director: Yeon Sang-ho
Guionista: Yeon Sang-ho
País: Corea del Sur
Año: 2016
Duración: 92 min. aprox.
Trailer
Género / Tópico: Animación / Zombis
Sinopsis: Es de noche en Seúl, y la estación central se convierte en un hogar para los mendigos. Uno de ellos muestra síntomas de lo más extraños. Mientras, una chica rompe con su novio y busca refugio en la estación, pero ahí solo encuentra una horda de vagabundos convertidos en zombis.
NOTA: 4.8 / 10
“Un suicidio público. Creo que fueron las palabras más hermosas que he escuchado en toda mi vida.” Hace unos 5 años descubrí al surcoreano Yeon Sang-ho con su película “El rey de los cerdos”, de ahí la frase con que inicio este párrafo. Un filme animado sorprendente, de mis favoritos, con una animación muy singular y cargado del realismo más oscuro y la violencia más cruda, donde se exponía al acoso escolar, aunado al ambiente “adecuado”, como la factoría ideal del asesino/psicópata. Años más tarde vendría su segundo largometraje animado “The Fake”, una de las críticas hacia la religión más mordaces que he visto en el cine. Sin duda, una revolución para el cine animado. Tristemente y contrario a lo que algunos pensarán, para mí sorpresa, Seoul Station es un paso hacia atrás en su carrera.
Paralela a Train to Busan, Seoul Station concentra su atención en la estación de Seúl probablemente unas horas más tarde de que Seok Woo y su hija partieran hacia Busan. No es una precuela, tampoco una secuela, más bien otra historia en el mismo tiempo y espacio que si bien no nos remonta hacia el origen del brote, si al comienzo. Partiendo de la propagación inicial del virus entre los indigentes –ante la indiferencia de los trabajadores sociales, policías y población en general–. Mientras tanto Hye-Sun tiene una discusión con su novio proxeneta Ki-woong, decidida a no llegar a casa por esa noche se dirige a buscar refugio a la estación de Seúl, por su parte Ki-woong se encuentra con el padre de su novia, Suk-gyu, quien le obliga a llevarle a ver a su hija. Es ahí cuando la chica descubre que tiene problemas más importantes que el rompimiento con su novio cuando es atacada por una horda de zombis, también es el momento en el que Suk-gyu y Ki-woong descubren al sufrir un ataque zombi en su apartamento, que es de crucial importancia encontrar a Hye-Sun, si al menos, quieren morir juntos.
Decidido a mantener su estilo dramático y a volcar su atención –común en su filmografía–a los estratos sociales más bajos Yeon Sang-ho busca en el ambiente de la prostitución a sus protagonistas, y como partida inicial, los vagabundos. Sin embargo, a mi gusto, es menos entretenida de lo que esperaba y peor aún, menos trascendental. No es el hecho de haber optado por un tema de ciencia ficción/terror (de hecho, me interesaba mucho ver cómo trabajaba el género), haciendo del lado los entramados sociales para los cuales tiene tan buen ojo. No. sino más bien, que nos arroja al típico ritmo de las películas de zombis y la aún más típica situación donde dos grupos de personajes luchan por reunirse en medio del caos. ¿Qué falla? Eso, el telón de fondo es Muy Superficial y nada empático, y en pos de conseguir más dramatismo llega en cierta escena a caer en un absurdo enorme (el intento de cuarenta). Bastante trivial en su totalidad resultando el final en un ardid, un intento por sorprender, un intento fallido de recordarnos lo que toda su filmografía ha pretendido: la violencia, la verdadera violencia radica en el ser humano, no en monstruos (The King of Pigs), ni el diablo (The Fake) y por irónico que parezca tampoco en los zombis (Seoul Station).
Un filme totalmente prescindible a menos que disfrutes mucho de la animación de Yeon Sang-ho. Nada que ver con Train to Busan. La cual peca de melodramática, sensiblera a más no poder, pero es muy entretenida. Ojalá pronto Yeon se tome su tiempo y nos entregue una sola película (más vale calidad que cantidad), de la contundencia de sus dos primeros largos, con personajes más profundos, y el nihilismo y escepticismo al que nos tiene acostumbrados.
