sábado, 28 de diciembre de 2013

Pornobrujas [Cortometraje]


Director: Juan Gautier
Guionistas: Juan Gautier y Andrea Gautier
País: España
Año: 2011
Duración: 20 min. aprox.
Sitio

Género / Tópico: Drama / Abusos

SinopsisAndrea, Paula, Ivy y Ana tocarán en un pequeño festival de rock por la zona de Levante. Los padres de Paula tienen un apartamento cerca. Para ahorrarse el hotel, deciden pasar la noche allí.


¡Como me muerdas puta te saco los ojos!


No develo nada pero de preferencia checa primero el corto.




Obviamente es algo que considero intolerable bajo cualquier circunstancia y sobre cualquier persona. Y no es que desee sentir temor, como hombre, de ser violado, que sí, he llegado a sentir desconfianza en esos momentos en donde yaces solo en medio de la nada a altas horas de la noche o con un grupo de malvivientes desconocidos, pero va orientada a cualquier otro tipo de situación: robo, golpiza, que… me dejen medio muerto o muerto, etc., y no precisamente a una violación. Y es  el punto, “no es cosa de hombres”.

Las agresiones sexuales no deberían existir. El abuso sexual ya sea con violencia física o porque la chica en cuestión está atascada de drogas o alcohol y “ni se va a dar cuenta” no debería tener lugar. Y lo peor es que estoy escribiendo “chica”, porque en efecto, el mayor porcentaje de quienes temen esta situación y se cuidan de ella es nuestra población femenina. Una reflexión repetitiva como persistente el acto, en una sociedad y cultura popular en donde el abuso llega a justificarse y normalizarse.

¿Por qué una chica no puede partir con un desconocido con la posibilidad de que le pase de todo menos una violación? ¿Por qué no pueden divertirse e intoxicarse si es su gusto, sin preocupación, o no tanta preocupación como en el caso de un hombre? Ojalá esta idiosincrasia tendiente a la cosificación y superioridad masculina que se cierne sobre el mundo completo sea avasallada por una perspectiva más sana... Y sí… El mundo completo… llegando a toparnos con mujeres incapaces de sentir empatía y comprensión hacia esta situación, ya sea por tener a algún familiar hombre involucrado o porque vaya a saber, no sé, absurdamente cual síndrome de Estocolmo aceptan “el lugar que se les dio”. Hasta entonces, argumentos tan trillados como éste jamás esteran de sobra, ni cortometrajes como éste. El cual me pareció muy lindo. En Pornobrujas el objetivo no es la victimización a pesar de haber un atisbo, es la superación.

Expira sinceridad, sin dobles mensajes ni intenciones. Finalmente cada mujer tiene el derecho a responder como sea su voluntad, y salir adelante y resplandecer o bien despedazarse en su búsqueda por un resarcimiento del tipo “ojo por ojo y diente por diente” (y no es que eso no sea salir adelante, todo llega a ser tan ambiguo en estos casos). Sentimientos de culpabilidad, de denuncia, de callar porque el sistema más que ayudar denigra, de venganza a lo Charles Bronson (mejor dicho a lo Baise-Moi, a lo I Spit on Your Grave) porque la impotencia duele… pero al final, creo, como lo escribí ya… todo es un lastre en el que no hay que perderse, lo mejor es continuar (de la manera que sea mejor para cada quien), no es resignación es libertad. Lo que expresa su garage, el punk rock de esta banda de chicas, que con un dejo de road movie y found footage, nos cuenta su aventura.

En las historias, los héroes superan los obstáculos. A nosotras sin embargo, la vida parecía reservarnos siempre lo peor. Pero ahí estábamos las cuatro, delante de nuestro sueño. Un concierto, una función.

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